Ansiedad o Caos: ¿Cómo saber si tienes apego ansioso o desorganizado?

Apego ansioso o desorganizado

 

Introducción: ¿Por qué duele tanto amar?

¿Te has preguntado por qué ciertas relaciones activan tanto tu ansiedad, tus miedos o incluso un vacío profundo difícil de explicar? Tal vez te identificas con la necesidad de estar cerca del otro a toda costa. O, al contrario, notas que te bloqueas, te paralizas o reaccionas con intensidad sin entender por qué.

Este artículo nace para ayudarte a distinguir entre el apego ansioso y el apego desorganizado, dos patrones afectivos que se reflejan no solo en nuestras emociones y pensamientos, sino también en nuestro cuerpo y en cómo nos vinculamos desde lo más profundo.

Este artículo no pretende patologizarte sino reconocer que detrás de cada reacción hay una historia que merece ser mirada con compasión. He tratado de traer una visión desde un perspectiva corporal en mi convencimiento que es una clave fundamental para entender y sanar estos patrones de conducta.

¿Qué es el apego y por qué importa?

El apego es el vínculo emocional profundo que desarrollamos con nuestras figuras de cuidado (como mamá, papá o quienes nos criaron) en los primeros años de vida. A partir de esa relación aprendemos qué esperar del amor, cómo nos sentimos en la cercanía y si el mundo es un lugar seguro.

Hay diferentes estilos de apego, pero hoy nos centraremos en dos que pueden causar mucho sufrimiento en la vida adulta:

  • El apego ansioso
  • El apego desorganizado

A continuación expongo una tabla resumen con las principales diferencias entre los dos tipos de apego:

Característica Apego Ansioso Apego Desorganizado
Emoción predominante Miedo al abandono Miedo al abandono + miedo a la cercanía
 

Relación con el otro

Fusión, necesidad de aprobación Ambivalencia extrema, desconcierto
Autopercepción Sentirse poco suficiente, busca validación Confusión sobre identidad, valor y vínculos
Reacción somática Nudos en el estómago, tensión mandibular Parálisis, congelación, cuerpo dividido
Origen en la infancia Inconsistencia afectiva de cuidadores Maltrato, trauma o vínculo caótico
Conducta en relaciones Persecución, dependencia, idealización Alejamiento súbito, impulsividad, disociación

Diferencia clave entre apego ansioso y desorganizado

 Apego Ansioso: El cuerpo que espera y desespera

Las personas con apego ansioso viven en estado de alerta relacional. Se preocupan constantemente por si su pareja se ha alejado, si están haciendo algo mal o si serán abandonadas.

Desde el cuerpo:

  • Respiración contenida o superficial
  • Hipervigilancia corporal (miradas, tono de voz)
  • Tensión en el pecho y mandíbula
  • Necesidad de contacto constante como forma de calmar

Origen emocional:

El apego ansioso suele desarrollarse cuando los cuidadores eran intermitentes emocionalmente: a veces estaban disponibles, otras no. El niño o niña aprende que tiene que “hacer algo” para ser amado: agradar, adaptarse, no molestar.

En la adultez:

  • Relaciones de fusión
  • Celos, miedo a que el otro se aburra o se canse
  • Idealización y autoanulación
  • Constante análisis de lo que sienten los demás

 Apego Desorganizado: Amar con miedo y desconexión

El apego desorganizado es el más complejo y doloroso. Hay una ambivalencia profunda: se desea la cercanía, pero también se teme. A veces se ama, otras se huye. Es un patrón que suele nacer en contextos donde el amor y el peligro estaban mezclados: abuso, negligencia, violencia o padres con trastornos no regulados.

Desde el cuerpo:

  • Reacciones extremas: rabia o parálisis
  • Desconexión de partes del cuerpo (sentirse “fuera de uno”)
  • Disociación ante el conflicto o la intimidad
  • Dificultad para sentir placer seguro

Origen emocional:

La figura que debía dar seguridad también era fuente de miedo. Esto genera un doble vínculo emocional: no sé si acercarme o alejarme. El cuerpo y la mente quedan atrapados en un bucle de tensión crónica.

En la adultez:

  • Relaciones caóticas, con rupturas impulsivas
  • Ambivalencia entre deseo de fusión y deseo de huida
  • Episodios de desconexión emocional o corporal
  • Dificultad para sostener intimidad estable

Enfoque somático: el cuerpo como mapa del apego

Tanto el apego ansioso como el desorganizado viven en el cuerpo. No basta con entenderlos con la mente. Necesitamos sentirlos, transitarlos, liberarlos y habitarlos con amor.

Desde una mirada somática y de terapia humanista, trabajamos así:

  1. Escucha corporal profunda

Reconocer qué partes del cuerpo se tensan o se desconectan en las relaciones. Por ejemplo, muchas personas con apego ansioso sienten que no pueden “respirar del todo” cuando se sienten en riesgo de abandono.

  1. Trabajo con la respiración

La respiración permite desbloquear emociones atrapadas, calmar el sistema nervioso y reconectar con la sensación de seguridad interna.

  1. Movimiento expresivo y contención

En terapias como la bioenergética o la biodanza, el cuerpo se convierte en canal para liberar tensiones acumuladas y restaurar el flujo de la energía vital.

  1. Contacto seguro y vinculación real

El trabajo terapéutico incluye reconstruir el vínculo a través de relaciones reparadoras, primero con el terapeuta y luego con uno mismo y los demás.

¿Se puede sanar el apego?

Sí. Pero sanar no significa «borrar» el pasado o dejar de tener emociones. Significa aprender a regularte, a elegir desde la conciencia y a construir relaciones donde tu sistema nervioso se sienta a salvo.

Desde el enfoque somático y humanista, no trabajamos para que te adaptes a una idea de «normalidad», sino para que te reencuentres con tu verdad corporal, emocional y relacional.

¿Cómo saber si lo tuyo es ansioso o desorganizado?

Un pequeño test de observación puede ayudarte:

  • ¿Tiendes a sobrepensar cuando alguien no te contesta? → Ansioso
  • ¿Te sientes atraído/a por personas que te hacen daño y luego huyes de ellas? → Desorganizado
  • ¿Te cuesta saber qué sientes realmente en una relación? → Desorganizado
  • ¿Sientes que das demasiado y temes ser abandonado/a? → Ansioso
  • ¿A veces sientes que «no estás en tu cuerpo»? → Desorganizado

Conclusión: No estás roto/a, estás aprendiendo a amar de otra manera

Tanto el apego ansioso como el desorganizado no son defectos tuyos. Son respuestas inteligentes de tu cuerpo y tu sistema emocional a las vivencias que tuviste. Y como todo en la vida, se puede transformar.

La clave no está solo en entender, sino en sentir. No está en controlar, sino en habitarte con compasión. Y en rodearte de relaciones, terapeutas y espacios donde poco a poco puedas amar sin miedo y sin perderte en el intento.

Si te has sentido reflejado/a en lo que has leído y estás en un momento de tu vida en el que deseas comprenderte mejor y transformar tus patrones relacionales, estaré encantado de acompañarte en ese proceso.

Trabajo desde un enfoque humanista y somático, integrando cuerpo, emoción y vínculo terapéutico. Puedes contactarme para una primera sesión informativa sin compromiso.

Ignacio Parra

Psicólogo y psicoterapeuta  especializado en vínculos, apego y terapia emocional

NºColegiado 2310

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Encatando de escucharte